jueves, 11 de julio de 2013

Noches de verano


Cuando llega el verano la gente sonríe más, se siente menos sola y con más ganas de seguir viviendo… Para mí las noches de verano son como una cárcel de la que no puedo escapar, silenciosa, agobiante y oscura. Mientras el mundo duerme yo lloro mirando a la luna y suplicándola que me diga el por qué, ¿Por qué esa historia fugaz tuvo que terminar así? ¿Por qué aun hoy sigo pensando en ti, con todo el daño y el sufrimiento que me has hecho pasar? ¿Por qué olvido absolutamente todo lo malo que me hizo cuando veo tu cara en mis recuerdos?
Sé que nunca te olvidaré, porque fuiste el primero que me hiciste sentir así, fuiste el único en toda mi vida que me ha causado tantísimo daño, aun así, si algún día llamases a mi puerta, sería tan ingenuo de perdonarte absolutamente todo. Pero sabemos que eso no pasará y… una parte de mí se alegra de que eso nunca vaya a suceder, porque volvería a sufrir de nuevo, tanto como el primer día en que me di cuenta de que por ti hubiera hecho cualquier cosa.

Las noches de verano, llenas de posibilidades para unos y llenas de fantasmas para otros. Tan iluminadas para ti y tan oscuras para mí. Cada noche de verano muero un poco más con cada lágrima que se escapa al riguroso control que me impuse.

No hay comentarios:

Publicar un comentario